José Albi, poeta de Uruguay, cortejando a Solita Salinas bajo la atenta mirada de Doña Gramática. Cortesía de Middlebury College Special Collections and Archives, Middlebury, Vermont.
La representación tuvo lugar a mediados de agosto de 1942 1.
Aparte de los propios estudiantes matriculados ese año, nos consta que participaron en ella los dos hijos de Pedro Salinas: Soledad Salinas (22 años), que hizo de Clausulita, y Jaime Salinas, que desempeñó uno de los papeles menores.
Todo el elenco. Identificables son: a la izquierda, José Albi y Solita Salinas (Cláusula) con el abanico entre ellos. En la parte de atrás en un grupo de cuatro, la tercera persona de la izquierda es Jaime Salinas. Sentada frente a la puerta, a la izquierda, está Pilar de Madariaga. Cortesía de Middlebury College Special Collections and Archives, Middlebury, Vermont.
La dirección estuvo a cargo del uruguayo José Albi, que, al parecer, también actuó en el destacado papel de Subjuntivo y que deleitó a la concurrencia con un depurado baile de pericón.
También parece que actuó en la obra Francisco García Lorca (1902-1976; hermano del poeta), que se había casado en Nueva York en junio de 1942 con la hija de Fernando de los Ríos, Laura de los Ríos (foto a la izquierda).
Y, desde luego, resultó fundamental la intervención de María Díez de Oñate al piano.
En 1939 la Middlebury Spanish School había tenido 60 estudiantes. Sin embargo, debido a la participación de Francia en la II Guerra Mundial, se llegó al récord de 326 alumnos en 1942, año de representación de la obra. Durante el resto de la década la media se mantuvo siempre por encima de 200. Muchos profesores de francés se pasaron al español.
Pedro Salinas, asiduo de la institución, calificó a Middlebury como “La Segunda Magdalena”, refiriéndose a la sede de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Santander.
Claustro de profesores de la Escuela Española de Middlebury College, Vermont, años cuarenta. Entre los retratados figuran Eugenio Florit (segundo por la izquierda), Joaquín Casalduero, Juan Centeno, Sacha Casalduero, Pedro Salinas (sentados, segundo, cuarto, quinta y sexto por la izquierda), María Díez de Oñate (detrás de Sacha Casalduero), Juan Marichal, Soledad Salinas, Jaime Salinas (en la fila de arriba, primero, segunda y tercero por la izquierda) y José Fernández Montesinos (segundo por la derecha). Residencia de Estudiantes, Madrid.
- El argumento principal es el conflicto en el que Cláusula se debate al no saber elegir entre dos amores: Indicativo (Indi) y Subjuntivo (Tivito). Una suerte de personajes conforman la gran familia de Doña Gramática (Excepciones, Modisma, Ser y Estar, Por y Para, etc.) que, por otra parte, tendrá un conflicto con el Poeta al defender posturas diferentes sobre el papel de la Gramática para la producción poética.
La obra, en clave de humor, es una perfecta excusa para reírnos de nosotros mismos como profesores de español y para darle una vuelta de tuerca a todos esos elementos gramaticales que son el suplicio de muchos de nuestros estudiantes. ↩